"El conocimiento del pasado nos sirve para comprender mejor nuestro presente". Blog personal que busca referirse sobre la actualidad de la disciplina histórica como asi tambien de divulgación histórica sobre acontecimientos, hechos y personajes de la historia argentina y del mundo, a lo largo de los siglos.

La larga duración - Fernand Braudel

1. ¿Cómo clasifica el autor el tiempo histórico?

Todo trabajo histórico descompone al tiempo pasado y escoge entre sus realidades cronológicas según preferencias y exclusivas más o menos conscientes. Braudel, clasifica el tiempo histórico, el cual posee multiplicidad, en tres tipos de duración social (es decir, los tiempos múltiples y contradictorios de la vida de los hombres que no son únicamente la sustancia del pasado, sino también la materia de la vida social actual): larga duración, coyuntura y acontecimiento o corta duración.
El tiempo corto está hecho a la medida de los individuos, de la vida cotidiana, de las rápidas tomas de conciencia; es el tiempo por excelencia del cronista o el periodista. Está relacionado con el acontecimiento y a la historia tradicional, que es la que según Braudel, atenta al tiempo breve, al individuo y a lo episódico. Este tiempo corto, que existe en todos los aspectos de la vida, es la más engañosa de las duraciones, y por eso es rechazada por las ciencias sociales y los historiadores, que sienten fuerte desconfianza hacia la historia de los acontecimientos y por eso mismo a la historia tradicional, que centrada en su conjunto sobre el drama de los grandes acontecimientos, trabajó en y sobre el tiempo corto durante el siglo XIX y parte del XX.
La coyuntura es el nivel del tiempo histórico intermedio entre la larga duración y los acontecimientos, que es empleado principalmente por la nueva historia económica y social, que coloca en primer plano la oscilación cíclica y apuesta por su duración, estudiando, por ejemplo, ciclos económicos, revoluciones y crisis que no necesariamente tienen una breve duración. Así, este segundo recitativo de la coyuntura para estudiar al pasado lo divide en amplias secciones como decenas, veintenas o cincuentenas de años.
La larga duración es una historia de amplitud secular que se sitúa por encima de este segundo recitativo coyuntural. Corresponde a las estructuras, que cambian lentamente y tienen, por lo tanto, una estabilidad grande en el tiempo que puede abarcar varios siglos y resulta muy útil para la observación y la reflexión comunes a las ciencias sociales.


2. ¿Cuál es su concepto de estructura? Ejemplos.

La estructura es la que domina los problemas de larga duración. Mientras que para los observadores la estructura es una organización, una coherencia y relaciones suficientemente fijas entre realidades y masas sociales, para los historiadores, una estructura es un ensamblaje, una arquitectura y una realidad que el tiempo tarda en desgastar y transportar.
Las estructuras pueden tener una vida tan larga que se convierten en elementos estables de varias generaciones, obstruyendo la historia, entorpeciéndola y determinando su transcurrir, o pueden desintegrarse más rápidamente: más allá de su duración, todas ellas constituyen sostenes y obstáculos. En tanto que obstáculos, se presentan como límites envolventes, de los que el hombre y sus experiencias no pueden emanciparse.
Son ejemplos:
- la coacción geográfica, merced de la cual el hombre es prisionero de un equilibrio lentamente construido del que no puede apartarse; esto se nota, por ejem plo, en la duradera implantación de las ciudades, en la persistencia de rutas y en la fijeza del marco geográfico de las civilizaciones.
- las permanencias o supervivencias en el campo de lo cultural. Un ejemplo es el libro de Curtis, que constituye el estudio de un sistema cultural que prolonga la civilización latina del Bajo Imperio, abrumada a su vez por una herencia de mucho peso: la civilización de las elites intelectuales ha vivido hasta los siglos XII y XIV , nutriéndose de los mismos temas, las mismas comparaciones y los mismos lugares.
- la historia de las ciencias, que conoce universos explicatorios construidos e imperfectos que duran siglos. Esto se puede observar en la permanencia del modelo Aristotélico desde su formulación hasta la revolución propugnada por Newton, Galileo y Descartes, y la misma permanencia de este último modelo hasta las formulaciones einstenianas.
- la sistemas o civilizaciones económicas, viejas costumbres de obrar o pensar y marcos resistentes caracterizados por rasgos comunes que permanecen inmutables mientras a su alrededor se producen rupturas o conmociones. El ejemplo que menciona Braudel es el del capitalismo comercial, etapa de larga duración aproximadamente cinco siglos de vida económica.

3. Significado de la frase de Lucien Febvre: …”historia, ciencia del pasado, ciencia del presente…”

Braudel afirma que las ciencias sociales tienen siempre tendencia a prescindir de la explicación histórica; se evade de ello mediante el proceder de una sociología empírica (que desdeña a todo tipo de historia y actualizaen exceso los estudios sociales limitándose a los datos del tiempo corto y del trabajo de campo) y mediante un procedimiento que rebaja al tiempo, imaginando en el término de una “ciencia de la comunicación” una formulación matemática de estructuras casi intemporales. Esta división entre pasado y presente se da todas las ciencias sociales, entre ellas la demografía, la economía y la geografía.
Braudel niega esta división, afirmando que no se debe pensar tan sólo en el tiempo corto y acontecimental, no creer que “sólo los aspectos que meten ruido sean los más auténticos”, puesto que “también los hay silenciosos”. Según él, presente y pasado se iluminan con luz recíproca: frente a lo actual, el pasado confiere perspectiva, y situando los estudios de casos presentes en su duración histórica, se puede realizar una reconstrucción del tiempo de la historia y comprender el pasado. Así, la historia como dialéctica de la duración es, a su manera, una explicación de lo social en toda su realidad, y por eso también de lo actual.

4. ¿Qué son los modelos en historia? ¿Y los modelos mecánicos y estadísticos de Leví-Strauss?

Los modelos son hipótesis, sistemas de explicación vinculados según la forma de la ecuación o de la función, que tienen una duración variable –porque son válidos mientras es válida la naturaleza que registran-, y que como ensayo de explicación de la estructura (un instrumento de control, comprobación, verificación de la solidez y la vida misma de la estructura dada), constituyen parte de una investigación que se realiza yendo continuamente de la realidad social al modelo, y de éste a aquella, en un proceso de continuo vaivén ininterrumpido. El modelo bien establecido permite encausar, además del medio social observado a partir del que es creado, otros medios sociales de equitativa naturaleza a través del tiempo y el espacio. Las variables de estos nuevos métodos de conocimiento y de investigación pueden ser, según el temperamento, el cálculo o la finalidad de los usuarios: simples o complejas, estadísticos o dinámicos, mecánicos o estadísticos.
El modelo mecánico de Levi-Strauss se encuentra a la medida misma de la realidad de pequeñas dimensiones que es directamente observada; esto afecta a grupos minúsculos de hombres. Los modelos mecánicos están establecidos a partir de grupos estrechos en lo que cada individuo es directamente observable y en lo que una vida social muy homogénea permite definir relaciones humanas simples, concretas y poco variables. Esto hace que sean preferidas por las matemáticas sociales y tentativas análogas: según Braudel, estas tendencias, que no pueden proseguirse fuera de la muy larga duración, estudian relaciones (y no cifras) que deben estar definidas con el suficiente rigor como para poder ser afectadas de un signo matemático.
El modelo estadístico es el que se aplica a las sociedades grandes, amplias y complejas, en las que la observación sólo puede ser dirigida a través de las matemáticas tradicionales, el cálculo de medias. Según Braudel, una vez establecidas las medias, y las relaciones rigurosas entre grupos (y no ya individuos) que sean susceptibles a la elaboración de las matemáticas cuantitativas, se podrá recurrir a estas medias, que sólo demostrarán, según Braudel, lo que pueden dar de sí el día que se enfrenten a una sociedad moderna con sus distintas velocidades de vida. Para esto tendrá que haber una revisión de los métodos observados por las nuevas matemáticas, a fin de que no queden confinadas a la muy larga duración y puedan proseguirse los estudios en el “juego múltiple de la vida, todos sus movimientos, todas sus duraciones, todas sus rupturas, todas sus variaciones”.


5. ¿Qué es el tiempo para el sociólogo y para el historiador?

Braudel afirma que la concepción del tiempo entre sociólogos e historiadores defiere. Para los primeros es mucho menos imperativo, menos concreto y no se encuentra nunca en el corazón de sus problemas y de sus reflexiones; los segundos no se evaden nunca del tiempo de la historia, éste se adhiere a su pensamiento.
Para los sociólogos, el tiempo social es una dimensión particular de una realidad social determinada: es interior a la realidad de la que constituye uno de los aspectos o particularidades que la caracterizan como ser particular. Al sociólogo no le estorba este tiempo, que se presta a ser administrado a su voluntad, mientras que el tiempo de la historia se presta menos al doble juego de la sincronía y la diacronía.
Para el historiador, todo comienza y termina por el tiempo imperioso e irreversible del mundo, que parece exterior a los hombres y les arranca de sus tiempos particulares. El tiempo del historiador es medida.
En la trayectoria de las exigencias del historiador, éstos aspiran a conocer la duración precisa de los movimientos, positivos o negativos. Lo que le interesa a un historiador es la manera en que se entrecruzan estos movimientos de las estructuras concomitantes, su interacción, integración y sus puntos de ruptura, los que se pueden registrar con relación al tiempo uniforme de los historiadores y no con relación al tiempo social multiforme de los fenómenos. La animadversión que los sociólogos experimentan no va dirigida contra la historia, sino contra el tiempo de la historia; imposición de la que ningún historiador logra escapar mientras que los sociólogos se escabullen prestando atención ya sea a los fenómenos de repetición, o bien en lo más episódico o en la más larga duración.

Entonces, elegimos un tema cualquiera de la historia como por ejemplo los levantamientos campesinos en la Rusia de 1860, algo que haya ocurrido, y ahi vamos a encuadrarlo en esa clasificación que nos da el autor:

Ejemplo:
Si tomamos los levantamientos campesinos en la Rusia de 1860 que se dan en forma masiva entre 1861 y 1862 ante la reforma campesina y la abolición de la servidumbre, podríamos afirmar que estos movimientos de las masas campesinos, que con la reforma de 1861 fueron despojados de las tierras que quedaron en mano de los terratenientes, corresponde a la corta duración, así como el movimiento de intelligentsia liderado por Chernishevski, que se compromete activamente con la situación de los campesinos y actúa en forma clandestina en pos de la revolución social. Este movimiento de intelligentsia, de índole radical y con vestigios del movimiento romántico que tuvo su apogeo en Rusia en la década del 40, sería una de las tomas de conciencia de las que habla Braudel: explosiva, pero apenas duradera, puesto que con el arresto de Chernishevski en julio de 1962 y la represión de los levantamientos, estos comienzan a menguar.
Esto puede inscribirse en el marco de las incipientes relaciones económicas capitalistas que fueron fomentadas durante el gobierno de Alejandro II (1855-1881), que propulsó la industrialización y el desarrollo del capitalismo. La Revolución Industrial en Rusia, tardía con respecto a otros países de Europa, puede considerarse dentro de los movimientos de coyuntura, en una mediana duración que supera lo acontecimental. Asimismo, puede considerarse dentro de la mediana duración el movimiento de ideas anarco-liberales en Rusia, que tuvieron su apogeo en la década del 60, pero duraron varias décadas.
Finalmente, la estructura donde ocurre este acontecimiento, el sistema feudal que se quiebra y el régimen zarista en la Rusia de mediados del siglo XIX, debe ser estudiada en la larga duración, puesto que corresponde a estructuras con estabilidad que el tiempo tarda en desgastar y que constituyen sostenes y obstáculos. En este caso, se considera que la estructura feudal se derrumbó con los cambios realizados en el 60, aunque más allá de la ruptura siguieron habiendo continuidades en Rusia.
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